martes, 18 de enero de 2011

¿Qué tienen?

Me fui con guitarra
como si supiera tocarla
a ver la luna
como si supiera mirarla.

Y los dedos se movían
sin saber cómo sonar
y los ojos lagrimeaban,
         al verla,
sin saber cómo viajar.

¿Qué ojos tiene
         la luna
para enamorar?
¿Qué paz tiene
         la luna
para iluminar?

Ni los duendes
ni los pinceles que dibujan sueños
pudieron descifrarlo.
¿Qué magia tiene
          la hermosa
para arrojarme al parque
para quitarme el mal?

¿Y la guitarra?
¿Qué magia tienen?
          ¡Qué magia!

domingo, 16 de enero de 2011

Los sueños olvidados

Sueñan los sueños
que el niño soñó
Sobrevivir sueñan
mientras el trajín
los tiene
acurrucados en el rincón
sumidos en el olvido.
Y esas pinceladas
trazadas siendo niño
fueron reemplazadas
por costumbre y aburguesamiento
(hamburguesamiento)
¿Dónde permanecen los sueños
que no alcanzan a ser abrazados?
¿Hasta cuándo nos esperan?

miércoles, 12 de enero de 2011

Cordillera profunda... preparando el vuelo

Sueñan las piernas y las arterias con aferrarse finalmente un día a esos pedales que quieren girar.
-La cordillera profunda te espera, dijo Clara aferrada a un pasado que la recibió en sus primeros pasos.
Y mientras sueñan, el lado tierno del sur del mundo manda mensaje:
-El Amado sabe darle la inclinación perfecta a la bicicleta en las curvas cerradas, saltar las piedras, volar para acortar los pasos peligrosos. Estoy aprendiendo -continúa diciendo Clara, a callar y pedalear en los lugares más extraños y disfrutar el panorama, la fresca brisa en la cara. Y cuando no puedo mirar más me mira, sonríe y dice ¡Pedaleá!
¡En diez días estaremos pedaleando.... Cordillera adentro... encontrando al Amado!

martes, 4 de enero de 2011

Treinta en la hamaca

Tiago estuvo en la hamaca de la plaza más de media hora. Tiago tiene treinta, como los minutos que estuvo en la hamaca... y con treinta nadie tiene que estar en la hamaca. Tiago no sabía esa regla y se niega a aprenderla. La gente lo veía y se reía ¿qué hace ese señor en la hamaca?
Cuando le contó a Clara ella supo responder sin ruedo.
-Es que miran de lejos. Ellos no saben mirar el corazón.
Clara supo y lo tranquilizó:
-El corazón joven ama la hamaca. Ella va y viene, acercándose viaje tras viaje al sueño de volar y al vaivén del pasado feliz y del futuro lleno de viento y magia.

sábado, 1 de enero de 2011

"Bienviniendo" el 2011

Ya giró en la última curva el colectivo que se lleva esa pila de calendarios del 2010 y ahora sólo podemos verlo de lejos.
"Bienviniendo" el 2011 en el desayuno del 1º de enero no puedo dejar de pensar lo mismo que siempre permanece, como si fuera borra de un café que se acabó: "Dios es capaz de llenar una vida" Ese Dios capaz de llenarla se manifestó de mil maneras en chicos y chicas del andar, en cariños expresados y en ternuras del compartir.
El mismo Dios, si mal no escucho, viene contando que este año me llama a una lucha menos teórica y más comprometida por los más necesitados, intrometiéndome en espacios de amor a la humanidad doliente.

Alza la mirada y reza, este luchador de escritorio que no se ensucia las manos ni se llega a problematizar en el encuentro con el dolor. Alza la mirada y reza, pidiendo a Dios la fuerza para romper el miedo-freno interior.
Dios contesta cantando, como hacen los felices...

"Sin miedo,
Las manos se nos llenan de deseos,
Que no son imposibles ni están lejos,
Si somos como niños,
Sin miedo a la locura, sin miedo a ser feliz.
Sin miedo,
mejor vivir sin miedo"
(Rosana)