miércoles, 29 de diciembre de 2010

Despedires

Se fue el 2010 y este puñado de andares se fue con él. También Juli se fue y cada vez cuesta más secar llanto. Se fueron Mario y Néstor, y decenas de hermanos Pilagá. Y aunque los diarios
dicen que la noticia del año fue el rescate de los mineros, no cuentan que más de 33 murieron silenciosamente, sin tele que los muestre. Tampoco alcanzó la señal para mostrar a los haitianos que se fueron ni la generosidad para que muchos de ellos no se vayan.
Otros vinieron y se ganaron un indeleble lugar en el corazón. De ellos, la mayoría aparecieron imprevistamente, sorpresivamente, mágicamente. En ellos, un Dios sorprendedor me saluda y abraza todos los días.
Termino el 2010 terriblemente alegre y saciado. Tan terrible como contrariado. Sueño un espíritu menos burgués y un discurso que se justifique menos. Sueño cruzar la frontera del saciado y no... acá estoy... otro año más... tercamente, en las seguridades en que nací, olvidando la miseria y el dolor... pero tércamente también, intentando caminar junto al  Amado.
Mientras voy llegando a la terminal que prepara despedida, amontono andares del año y algunos de años anteriores y los publico como "semilibro" para descargar.
Lo titulé "Andares". Los andares que poblaron mi vida serán los tripulantes en el viaje final. Me llevarán donde quieran ir. Ellos saben dónde quiero ir.

jueves, 23 de diciembre de 2010

No alcanza

Se levantan y saben que entregarán su vida a Dios. Quieren estar al servicio y esa certeza indeleble no les deja quieto el corazón. Me escriben. Me lo dicen. Se lo
Escriben ellos mismos en su libreta de secretos. La certeza cobra pinceladas cada vez más claras y definidas. Miran mi vida, miran nuestra vida y no. No se largan a vivir el mismo sueño.
Me quedo pensando si es el miedo y las voces de afuera dicen que los jóvenes no se animan a tomar opciones con radicalidad. Las escucho y desconfío.
¿No se animan o nuestra vida no alcanza?
Me despierto del sueño nocturno y esa frase resuena
-No alcanza, no alcanza, no alcanza.
Para que contagie, como la revolución y la sonrisa, nuestro modo de vivir tiene que cruzar  fronteras, amar más a los más necesitados siendo parte de ellos. Sino no alcanza, no alcanza, no alcanza.

Laten las vidas cuando laten otras

Laten las vidas cuando laten las otras, o cuando laten algunos para dar soplido a las que no laten. Entre latidos ajenos el mío aumenta ritmo de pulsación cuando
siente que otrxs están haciendo lo que yo haría.
-No se puede todo en la vida, dice un amigo.
Y sí. No se puede. Pero siempre, de algún modo, se puede comulgar en los andares y los sueños.
Comulgo con varixs y hoy con un proyecto más. Era 1971 y Eduardo Galeano escribía
"Las venas abiertas de América Latina". Aires de revolución y renovación querían acariciar América en ese tiempo. Querían y no podían. Galeano
ponía nombre y rostro a lo que muchos no lograban conjugar para que quede expresado. De pura casualidad, ya ni se cómo, doy con un nuevo proyecto
"Las venas siguen abiertas: un viaje al corazón de nuestra tierra" Miro el blog y los pies se mueven, como ya yéndose: ¿hay lugar para uno más? ¿y si fuéramos diez?
¿Y si además se sumara Juli, mientras vuelve del viaje? Le escribo a Victoria y a Martín. Me encuentro con ellos en plena calle, como quien anda de paso.
Así andamos, ellos y yo, de paso por Córdoba, sin saber qué nuevo paso será pisado en el futuro.  Tienen una gran sonrisa y un corazón nómade.
No sé si me dijeron que de alguna manera me llevan o si yo imaginé que me dijeron eso. Pero sé que me llevan. Lo que sí dijeron fue:
-Y es desde esa trinchera que nace este sueñito. Las Venas Siguen Abiertas es un proyecto de registro fotográfico y fílmico de la realidad latinoamericana y de las diferentes resistencias populares, que intenta aportar a la construcción de nuevas subjetividades. Una mirada profunda, reflexiva y esperanzadora sobre nosotros, sobre nuestro tiempo; un espejo donde poder mirarnos y re-pensarnos.
¿Es posible hablar de una Identidad Latinoamericana? Y si existe ¿puede ser retratada? ¿Cómo se configura el sujeto latinoamericano? ¿en qué se funda esa idea? ¿Qué somos? ¿Pueden Las Venas Abiertas de América Latina ser traducidas a imágenes? ¿Pueden esas imágenes ser una herramienta que aporte a la transformación social?
Con muchos más interrogantes que certezas salimos a la calle, a caminar, a encontrarnos con las miles y miles de almas rebeldes. A compartir los soles. A tejer redes y construir puentes. Convencidos de que hay mucho camino por andar todavía y mucho mundo por soñar en este intento constante de construcción de Nuestra América Latina"
Viajan el 29 de diciembre. Viajamos el 29, colgaditos de sus sueños y sus pasiones. Espero no desprenderme de esas pequeñas ataduras y espero no olvidar
que este nómade corazón reclama ser obedecido.

jueves, 16 de diciembre de 2010

El botón para no pensar

Tiago quiere pero no puede. Busca y rebusca. Revuelve canastos, corre cajas, abre puertas y no. No encuentra Tiago el botón para no pensar sin ver qué ideología está detrás.
-No pido un día... pido sólo unas horas, me dijo días atrás.
Pero no. No puede. Y dice que cada vez que intenta siente el peso de los que mueren sin que Dios lo quiera. Y dice, sigue diciendo, que el corazón que huía a la quietud fue detenido y recreado: piensa y piensa en minirevoluciones de amor. Piensa y piensa que es mejor no encontrar el botón. Y sin embargo, se cansa. La vida no le da respiro.

martes, 14 de diciembre de 2010

El canto con el que te bienveniré

Sorprende un adviento de esperas y nacimientos y llega un mensaje de texto de tu papá:
-Hoy escuchamos su corazón. Todo perfecto.
Él es ingeniero y le da menos vuelta a las palabras. Los que amamos las palabras andantes habríamos contado lo mismo pero con más color. Pero lo importante fue dicho ¡falta menos!
Queridx sobrinx:
El adviento de este año está teñido de tu gestación mientras te preparás para asomarte.
Pensé mucho en vos y en ese escuchado corazón que ya late. ¡Latirá tanto tiempo! Latirá frente a las injusticias y el odio entre los pueblos lo pondrán nervioso y "tristón". ¡No dejes que se rinda! Pero fuerte también latirá ante un amor, o el recuerdo de un amor, ante una pasión y un paisaje... y al contemplar otras vidas que nacen, sintiéndote pariente del germinar.
Y latirá suave, como brisa paciente, en la cotidianeidad del andar, en la palabra simple y el amor sencillo, en el cultivar de un cariño dado y de una mano tendida.
Falta mucho para vernos y mucho más para conocernos. Falta más todavía para que leas esto.
Mi corazón, que también late aunque más mañosamente, hace días viene ensayando un canto. Ese canto con el que te bienveniré.

domingo, 12 de diciembre de 2010

También nosotros decimos no

Me peleo. Me reencuentro. Me freno y me acelero a la vez. Dudo de lo que todos dicen y de lugares comunes como "seguro que detrás de esto está el gobierno tratando de sacar partida" o "los políticos son todos ladrones". Cíclicamente cuando el nudo no está en la garganta está en el estómago. Siempre que hablamos de política en la mesa, en las mateadas y en las redes sociales termino en la trinchera del disenso junto a pocos, dando respuestas con las armas de la palabra, que tras la lucha reverdecen.
Hoy terminamos hablando de dibujos animados y de series televisivas de la infancia. Pienso cuántas de ellas nunca más volvería a ver. Su trasfondo sociopolítico que enseña el egoísmo, la acumulación de dinero y un EE.UU. que como guardián del mundo destruye al socialista y a todo lo que suene a reforma agraria, distribución de las riquezas y espíritu de comunidad me prohiben verlos.
Cuando digo eso alguien me dice:
-Hemos perdido la inocencia.
¿La habremos perdido cuando al odio dijimos "no"? Y si la estamos perdiendo, ¿será tal vez para que la ganen otros pequeños del futuro mundo?

jueves, 9 de diciembre de 2010

Lagrimear de un orgulloso

Soy terriblemente orgulloso y me da bronca serlo. Escucho los discursos y sermones y no contengo las neuronas pensando en las contradicciones de los decires. Escucho las palabras y entretanto pienso respuestas posibles para desarmar lo dicho. No logro hacer que las palabras corran en paz como inofensivos niños que juegan en la plaza. Ellas me bombardean y las contradigo. Otras veces me siembran y las riego.
La falta de respuesta a as escuchadas punzantes palabras inquisidoras será mi condena: ¡No dijimos nada!
Y la palabra atendida, esa que como el pájaro que goza picotea bebiendo en el lago de la vida y sigue sobrevolando, será mi esperanza, mi pasión y mi canto.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Colores de un verano poblado de migraciones

Diciembre se asoma saludando primaveras ya andantes y colores de un verano poblado de migraciones.
El jazmín tiene ya 73 flores y está en el mismo lugar donde fue plantado. En el mismo lugar seguimos, con corazón siempre misionero, cantando y pedaleando: "¡esperar también es transformar un sueño en realidad!"
Inmigrantes que tocan suelo cordobés y emigrantes que lo saludan, giran como moscas en mi corazón. Amores-andares vienen y van. La herida del viaje de Ana, Larry, Seipit, Ale, Fede, Matías, Eduardo y Horacio cicatriza en las plataformas de la terminal cuando arriban Andrés, Rocío, Paulina y José.
-El corazón se las ingenia y abraza, dice Clara, que de extrañanzas sabe tanto como jazmín a la flor en el crudo invierno.
A los viajeros les preparo "una ofrenda para que vuelvan", como dice Pedro Guerra. Entretanto los abrazo en andares, luchas ideológicas, en rezos y en los cariños no tan bien expresados.
Y a los que quedan, a los que llegan, les grito como gritaba Juli: ¡Juntémonos!

viernes, 3 de diciembre de 2010

De moras y grosellas

-El que me encanta es el Ser de moras y grosellas, dije un día a Santi sin imaginar consecuencias.
Santi escuchó y registró. Registró y compró. Cuando me ve muy cansado Santi compra y regala. Lo pruebo y no lo dudo:
¡Está más rico! ¡Está más rico!
Y aunque yo lo compre mil veces nunca alcanza el sabor del regalo, el olor al pequeño gesto y el cálido abrazo allí escondido de un "te quiero"

miércoles, 1 de diciembre de 2010

No muere quien en la memoria guarda

Cuando Meli me trajo de Francia un libro de fotos, varias me enamoraron de la vida pero a la vez me hicieron abrir ojos al sufrimiento. La imagen de esta mujer rwandesa fue de las más impresionantes y hoy es parte de uno de mis cuadros de la oficina. Vieja y cansada estaba ella de la vida y el andar, que la había golpeado de un rincón a otro. De repente se acerca a Reza, el fotógrafo iraní, con este marco lleno de imágenes. Le dice que es "la imagen de su vida, la de los últimos días de su felicidad" Ella era portadora de VIH y se iba apagando. Mientras le cuenta que su marido, contagiado de VIH, iba muriendo sin recordar siquiera a ella, señala que eligió estas imágenes para cuando pierda la memoria. Recordar a esas personas, tan preciosas como lo fueron, la mantendría viva.
No muere quien en la memoria guarda, tercamente, prolijamente, los amores que en el camino se enlazaron. No muere quien muere.