martes, 30 de noviembre de 2010

¿Qué fue del lápiz de la revolución?

Se esparcía sobre nuestro corazón un furioso deseo de luchar por una causa justa que no logro recordar. En colectvo de línea viajábamos los soñadores de la causa porque en colectivo de línea viaja la gente común ¿Viaja la gente común? En el sueño me quedaba pensando también eso, y recordaba cuando una profesora decía “hay chicos que no conocen el centro de la ciudad. Nunca salieron del barrio”
Pero en colectivo viajábamos igual. Íbamos por una causa justa y en el futuro ellos conocerían el centro. Sólo teníamos que ser muchos quienes pensemos revolucionariamente.
En el sueño éramos poquitos pero varios de “esos locos bajitos” que son capaces de multiplicar contagiando.
Llegamos y llegó con nosotros un contenedor con armas y alimento. No me gustó que en el sueño haya habido armas, pero uno no regula lo que sueña. Igual... era una revolución. Sé que no era nuestra intención usar las armas. Estaban ahí por las dudas. Igual... tampoco me gusta que hayan estado por las dudas.
Las provisiones, en cambio, sí. Nos harían falta porque la lucha por cambiar el estado opresor de muchas personas no sería fácil ni corta.
El alojamiento era en casa de mi abuelo. Ahí pusimos el contenedor y comenzamos a planear. Pero la municipalidad no vio por qué tenía que haber un contenedor ahí y mandó la grúa, que lo enganchó y se lo llevó sin saludar ni preguntar.
Yo miraba de lejos y la punta del lápiz con que planeabamos cambiar el estado de las cosas se quebró. Justo comenzó a sonar la canción de Serrano “todo lo que se soñaba se pudrió en los rincones, se llenó de telarañas”
Nos miramos con los locos bajitos sin entender mucho. Nos abrazamos sin saber cómo continuar. Nos lloramos sin saber cómo hacer para no dejar de soñar.
Desperté con ojos tristones. ¡Qué sueño raro!

Ellxs parecen más libres

Tras años de pelo bien corto me dejé crecer los rulos sin saber hasta cuando. La falta de costumbre me amaga a menudo por el calor y por cierto dejo de prolijidad vendido por una historia escolar de “que no toque el cuello de la camisa”
Mientras va creciendo recuerdo mucho la historia de ese que, en tiempos de terroristas norteamericanos discrursos antiterroristas ofrecidos a la carta a todo el mundo, comenzó a dejarse un estilo “musulmán” de esos que se ven en CNN y entretanto iba anotando lo que la gente decía. Hasta entonces nadie lo había visto como “peligroso”, pero su nuevo corte y estilo le hizo escuchar sobre sí “terrorista” “musulmán” y “¿documento señor?”, entre otros.
Yo no fui tan cuidadoso en anotar, pero ciertos rincones dicen todo el tiempo:
-Un desastre en la cabeza.
-Improlijo.
-Sólo te falta el porro
-Uh. Armate las rastas y armate uno.
Pero PelaDo, amigo de Clara y al parecer tan libre como ella, que no es pelado, tiene rastas, anda en bici y alpargatas dice:
-¿Vos sos Pali? ¡Qué buena onda ese peinado!
-¿Peinado?
-Bueno. Esos rulos en tu cabeza.
Reimos juntos al conocernos. Mi sonrisa, mi alegría, le dice al corazón: hay peinados, hay estilos de vestirse y modos de tratarse que te dialogan con algunxs chicxs que el “corte prolijo” olvida y excluye. ¡Ellxs parecen más libres!

domingo, 28 de noviembre de 2010

¿Quién trajo jazmines?

Mi sangre tiene trocitos de jazmines que se fueron metiendo sin pedir mucho permiso. Voy en la bici por calle Laprida y el aroma me invade. Visito a Clara y me regala perfume de jazmín para la oficina. Santi trae te de jazmín desde Buenos Aires para el estudio nocturno. Entro a casa de mi familia y me recibe un jazmín florecido. Llego a Mendoza y de jazmín son los arreglos florales. Y cuando suena Teresa ella canta jazmines insistiendo.
-Es mi olor preferido, había dicho Juli antes de partir.
No se fue quien en los aromas se queda. No se va quien en la sangre se mezcla.

jueves, 25 de noviembre de 2010

¡Qué lejos!

(24 de noviembre)

Me cuesta dormirme hoy. Hurgo en los por qué, si fue un día más que indo de acomodo, día de cierre de un ciclo, día de dar lugar a otro. Se asoman dos motivos:
Pasé horas y horas acomodando, clasificando, ordenando, tirando... ¡y todavía no termino! Tengo muchas cosas. ¿Por qué? ¿En qué momento me apegué tanto a las coas? ¡Qué lejos está el Dios de la interperie-Belén!
La segunda tiene que ver con un timbre que sonó.
-¿Está NN?
-No. Se fue al cine.
-¿Y NN2?
-Tampoco. Fue con NN
-Ah. Quería pedirle algo para comer y agua.
La distancia entre hambre y cine irriga por horas mi corazón.
Les preparo, les llevo y me voy diciendo:
-Estoy arreglando unas cosas. Dejen ahí las cosas y después las busco.
Me voy al taller donde estaba sin quedarme un rato con ellos ¡Qué lejos estoy de un Dios buen samaritano!

Nacimiento de "pasión de decir"

Clara crece subrayando pasiones. Con línea suave subraya la pasión de decir, para no hacer daño a nadie.
Con línea apretada y lápiz oscuro la pasión de denunciar, que merece fuerza y claridad, porque no aguanta la injusticia y la incoherencia.
Con línea de color la pasión de fotografiar, agradeciendo los arcoiris del andar.
Y con línea dobre, la pasión de compartir, que sabe siempre de al menos dos, para que valga la pena.
-Está de moda la palabra "compartir" -me dice con incredulidad un conocido.
Me quedo rezando: ¡ojalá nunca se nos pase!
(Así nació pasiondedecir.wordpress.com)

martes, 23 de noviembre de 2010

Desolado

Santi no ve la luz aunque se asoma cada día.
-Remo y remo todos los días contra corriente, tratando de que la angustia no me lleve río abajo.
Le digo un eco de la canción de Drexler: "creo que he visto una luz al otro lado del río... rema... rema..." y aunque intenta creerme porque sabe quererme, no le sale.
Me quedo sin palabras. Las busco y no las encuentro. las llamo y no me atienden. Las mezclo y no me alcanzan.
Te confío su vida Señor. Santi ha dejado de creer que en el silencio y la espera crecen las cosas más lindas y enamorantes. Dale paz.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Pelotitas de desodorante para jugar

Guada había bajado de su auto minutos antes. Mamá Guada también, para acompañarla en este día tan importante. Papá Guada fue a estacionar el auto. El auto de Guada, una niña de 9 años costaba lo que podría conseguir en ochenta años un niño haitiano de la edad de Guada, por coser pelotas de beisbol, aunque la edad promedio en Haití no equivale siquiera a la mitad. El vestido de puro blanco no era tan caro... cinco meses de sueldo del mismo niño.
Faltaban unos minutos para las primeras comuniones y a Guada le gusta jugar, como jugar le gusta a Santiago y a Andrés. Santiago se acercó a donde había muchos niños jugando, pero ellos no tenían disfraz de primera comunión.
-Señor, -me dijo. ¿Tendrá una pelotita de metegol?
Busco y busco pero no.
-No tengo, pero tengo una bolita de desodorante. Nosotros la usamos para eso. Fijate si te sirve.
La recibió y sonrió. Sonrió y corrió. Sonrió Andrés cuando Santi corrió.
Al minuto se acercó Guada con sonrisa e ilusión de jugar. Guada miraba. Yo miraba. Y ambos escuchamos un grito de mamá Guada que venía corriendo rumbo al metegol.
-Te llegás a manchar de grasa y te mato. Te juro que te mato.
Del brazo se la llevó. Guada nunca entendió por qué Dios se habría de enojar si su vestido llegaba a la comunión manchado de "color juego" y sonrisa de niña.
Cuando Guada sea mamá ¿repetirá la historia con hija Guada u odiará a Dios a tal punto que hija Guada no pueda hacer la comunión? ¿Estará muy enojado Dios hoy con mamá Guada, tanto como yo?
-En el cielo de ese Jesús de la comunión, ¿habrá pelotitas de desodorante para los que queremos jugar?

domingo, 21 de noviembre de 2010

Certezas

La jodía la vida sin avisar demasiado a fecha. Clara se levantaba y a la carga salía la jodida vida con otro dolor. Ella había parido la muerte, el abandono, la falta de trabajo y una enumerada libreta de dolores sellada con su piel, que hacían temblar su frágil vida.
Cuando me contó de lo último enseguida dije:
-La puta ¡otra cosa más! ¿Por qué no me pasa algo a mi en vez de a mis amigos?
Y sin dejarme continuar Clara dijo:
-No, amigo. Me siento en enorme paz. Pasamos muchas cosas ya. Y ese Dios que siempre estuvo nunca nos abandonará.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Dos de llanto, tres de alegría y cuatro de magia

Clara escribió nuevamente, dos cucharas de llanto, tres de alegría y cuatro de un polvo del que no recuerda su nombre pero que sabe que es mágico.
Las del llanto lloran la niña que se v a yendo, aferrada a la institución eclesial porque le dijeron que allí, sólo allí, estaba Dios. Clara lo encontró muchas veces allí, y no reniega de su pasado.
Pero su pasado es visitado hoy por las tres de alegría. Cada cuchara le cuenta que Dios está donde la lucha por el amor al ser humano se hace relato y piel. Seca el llanto esa certeza de un "Dios calle-Belén", atento a curar heridas no desde afuera, desde lejos, sino desde un suelo pisado junto a nosotros, de una tierra andada desde nosootrs.
Y las cuatro que completan receta contagian las "llanto" y las "alegría": la Magia de la vida nos sostiene en la duda, nos sonríe en la alegría y nos anuncia, susurrando, que "el sol siempre saldrá mientras a alguien le queden ganas de amar"

martes, 16 de noviembre de 2010

Alzando la mirada... juego...

Ando rengo de publicar y de leer las publicaciones de los ciberhermanos del andar. La falta de web en la casa me tiene sólo visitando la cancha de ese partido que suelo jugar, donde nadie le gana al otro porque no pierde quien comparte.
Y ahí me tiene, por estos días la vida, cual jugador lesionado pegado a la línea sin poder entrar.
Mueve el jugador lesionado la pierna y el cuerpo, calculando el movimiento que habría hecho si estuviera allí... pero no... en la línea sigue, alzando la mirada al cielo: "que todos tengan un buen juego" En la línea sigo... alzando la mirada... juego...

Los desperdigados del andar

Ánika sufre la lejanía de sus amigos y de sus amigas. Ellos y ellas están desperdigados por todo el mundo y no hay siquiera una posibilidad de reunirlos a todos un mismo día.
Ánika sufre pero no se entristece. ¡Está llamada a desperdigarse, a ser como ellos y a mirar, noche a noche, esa luna que los une, abraza y acaricia.
Algunos días, los que están menos lejos planean con Ánika secuestrarse mutuamente e ir a la casa del que más lejos está.
La idea se les ocurre a menudo, noche a noche, para imitar a esa luna. Cada tanto les sale.

domingo, 7 de noviembre de 2010

se asoma, saluda, susurra, se va

Hasta el 2009 viví el día de los difuntos como algo prácticamente ajeno o de manera compasiva hacia quienes habían perdido un familiar o un amigo.


Juli no dejó de dar vueltas como un fantasma en mi corazón durante el día. La gran amiga siempre separada por los kilómetros pero siempre presente en los amares se asoma, aparece, saluda, susurra, se va... se asoma, aparece, saluda, susurra, se va... se asoma, aparece... y cuando no... me asomo, aparezco, la saludo, susurro... y no se va.

Descansa sólo en el Amado, vida mía


(2 de noviembre)

Vengo llegando a ejercicios espirituales. La ruptura con mi habitual corte del ritmo de vida diario a mitad del año hace que venga tan cansado.
Esperé con mucha ansia estos días, para ordenar sentires, amares y rezares. Serán seguramente días para releer el gran cariño de Diso en mi vida y en la historia de muchos que abrazan la mía. Tras los pasos que fui dando antes de salir me preguntan cómo voy a hacer tanto tiempo sin conexión. Estar tanto tiempo conectado-disponible, ha sido simultáneamente mi alegría y mi cansancio. Responder a todos, responder todo, no negar la palabra a nadie.
Hoy no me cuesta esta pausa y añoro esta desconexión semanal. Sólo con Dios quiero estar conectado. Descansa sólo en el Amado, vida mía. Él será la palabra que no sabés decir tantas veces, Él será la respuesta a tu búsqueda cotidiana.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Ayni sopla dos velitas

Cuando en 2008 papá, mamá y mis hermanos me decían que querían regalarme una notebook recuerdo haberlos mirado con cara de "no es un formato para bicicleta" Poco antes había estado en Buenos Aires donde me enteré que existían unas mininotebook pequeñas y livianas.
Aunque no quería que me regalaran nada, todo estaba más o menos resulto. Entonces dije:
-Son muy grandes. Capaz sea mejor una de esas chiquititas, llamadas netbooks.
Al momento ellos y casi ninguno conocía alguna en Córdoba.
Esta chiquita, esta pequeña, hoy cumple dos. Y aunque no la considero mi hija, sí diría que es el parto de una opción: un gran deseo y un minúsculo llamado a estar día a día con los jóvenes en el patio poblado de bits y de ciberandares.
La bauticé Ayni, en voz Quechua, esa promesa de colaboración mutua entre los pueblos. Pienso que a veces la maltrato demasiado, la saturo, la canso. Y siento cómo el ventilador no para de girar tratando de donarse un poquito más, evangelizando el sexto continente.
No sé cuanto le queda, aunque muchas veces se asoma un paro cardíaco. No sé cuanto te queda, querida amiga, pero sé (porque me lo dijo el Amado) que por medio de vos los jóvenes me llenan de ganas de vivir.
¡Feliz cumple! ¡Pedí tus deseos... podés soplar!