sábado, 19 de junio de 2010

¡Será siempre la seño!

19 de junio

Los pasos de estos días por la vida vienen confirmando que muy cristiano que digamos no llego a ser. Venía pensando en esto porque el “amen a sus enemigos” en mi vida es casi un imposible, que ni se asoma como posible futuro. Por más que las lea y tercamente las lea, esas pocas palabras de Jesús me vienen resultando muy difíciles en los pocos encontronasos con quienes más me cuesta querer.
Cueste lo que cueste hay gente que ama de tal manera que no improvisa en los momentos de mayor dolor. Liliana, mi maestra de primer grado, la diminuta seño que me hizo conocer el carisma, la que me recibió mientras lloraba por el tamaño de las paredes del mounstruo, acaba de despedir a Mario, su marido, gran amigo de mis viejos, gran hermano de la mesa compartida, gran papá de mi ahijado. A él y a mi ahijado le dispararon horas antes, entre posible robo y nervios de una vida que tiembla. Tras la bala, el viaje de Mario no tiene regreso. Pero la seño que llora lo trae a la vida en medio de la despedida:
-“Les pido que recemos por el chico que disparó. Por su vida, por su mamá, por su futuro... y les pido que recen para que ni yo ni mis hijos sintamos rencor por él”

martes, 15 de junio de 2010

Un junio poblado de páginas para leer

15 de junio

Los domingos de puro estudio, los mates para largas trasnoches y para soportar la seguidilla madrugadora, el sinsentido de las preguntas del parcial de ayer y la imposibilidad del encuentro con hermanos de comunidad y de rincones de la ciudad me tienen pensando. ¿Qué piensa este junio poblado de páginas para leer y de varios textos sin importancia que muchas veces estudiamos para que el profe sepa que ese día sabemos? ¿Qué piensa este rincón de piel y afectos de un pequeño rincón del universo, que cada día aprende más en twitter y en wikipedia, toma apuntes en delicious y en prezi, explora en stumble y redacta en blogspot?

miércoles, 9 de junio de 2010

La camiseta global

Clips Boletín Salesiano – Junio 2010

afontaine@donbosco.org.ar

    En tiempos de mundiales de fútbol las miradas se multiplican sobre las pantallas y las pantallas sobre las casas. Una pelota, un país, un anfitrión, un estadio, una camiseta, una hinchada. Y detrás de ellos, a veces casi hasta escondidos, una historia, una manera de mirar la vida: alegrías y dolores que viven los países que corren y juegan. En estos clips para contemplar te invito a que puedas conocerlos, ponerte la camiseta global y rezar con manos trabajadoras y corazón misionero por los que no juegan, en la vida, el partido de la justicia, del pan y de la alegría.

  1. Una cancha
    Sudáfrica, el país anfitrión, recibirá a miles de espectadores y a cientos de jugadores. Una enorme diversidad cultural caminará por sus calles. Pero también Sudáfrica, teñida por años de injusticia, sueña lo que tiempo atrás soñaba la Freedom Charter soñada por Mandela y otros nativos: “al pueblo le será restaurada la riqueza nacional de nuestro país, la herencia de los sudafricanos; la riqueza mineral del subsuelo, la banca y los monopolios serán transferidos a la propiedad conjunta de todo el pueblo; todos los demás sectores económicos y el comercio serán controlados para que contribuyan al bienestar del pueblo”
  2. Un país, nuestro país.
    El fútbol apasiona a muchos argentinos... nos une, nos hace compartir un grito, un llanto y una cara pintada con témpera celeste cielo y blanco ilusión. ¿Qué oratorio argentino no tiene su potrero para patear un rato con los chicos? ¿Qué rejunte de pibes de barrio no tiene su placita imaginada como estadio? Miles de chicos y de chicas corren día tras día detrás de “la encantadora”, para volver a la casa contando la alegría del triunfo.
  1. Encuentro 1: Nigeria
    Nigeria recibió a los primeros salesianos en 1982. Actualmente forma, junto a Ghana, Liberia y Sierra Leona, la visitaduría (inspectoría) Artémides Zatti. Un grupo de seguidores de este tipo que decidió entregar su vida por los jóvenes comenzó a compartir la alegría de Cristo que se hacía uno de ellos, y la certeza de que el amor mueve montañas... ¿Cómo viaja tu corazón misionero amiga querida, amigo querido, mientras se gasta amando?
  2. Encuentro 2: Corea
    Corea recibió al mundo del fútbol junto a Japón en el 2002. Desde tu mirada y tu lugar, los “del otro lado” hacían eso que canta una vieja canción de tu infancia: “abrir la puerta para ir a jugar” Corea recibía al mundo del fútbol cantando: “Canción de la isla súbete al viento y lleva mi amor. Mar, universo, Dios, vida: ¡traigan paz para toda la eternidad! (canción Shima Uta - Mundial 2002).
  3. Encuentro 3: Grecia
    Grecia hoy, afectado por la crisis mundial del 2008, sufre una de las crisis económicas más fuertes del mundo. En estos días venimos conociendo un poco más de su presente por los medios de comunicación. Pero Grecia es también la antigua Grecia, la de los juegos olímpicos que cada año juntan a miles de atletas para compartir destrezas y capacidades. Allá por el siglo VIII antes de Cristo, la ciudad de Olimpia juntaba, en pequeña escala, atletas de la zona. En el siglo XIX el mundo recuperó la idea y volvió a convocar desde un símbolo: cinco anillos enlazados comparten la amistad deportiva de todos los pueblos.
  4. La hinchada
    La hinchada está siempre ahí. Faltar al partido es casi hasta mala palabra. Los que están en ella lo saben: son el jugador más importante. No es pasiva la hinchada verdadera. ¡No usa cualquier ropa sino camiseta, gorro y vincha! Las veces que fuiste a la cancha no podías quedarte callado sólo mirando. Había que gritar porque el que tiene la pelota te escucha y sabe que tu grito vale ya medio gol. Tu voz, tu mano, tu corazón, tu grito, importan. Como en la hinchada, el mundo, esa gran camiseta que nos abarca, necesita tu aliento transformador, aliento que grita las injusticias y anima a que los más necesitados den lo mejor de sí. ¡Sumáte a la hinchada de los que más lo necesitan!
  1. La juntada
    El bar argentino avisa: “es tiempo de mundial” La radiografía del “muchos para el mismo lado” está en el bar. El bar va dejando entrar a todos, gordos y flacos, altos y petizos, boquenses y riverplatenses, blancos y mestizos. Los del mar, los de montaña, los del río y los del desierto, los del campo y los del conurbano. Como pocas veces, todos juntos mirando el tele y gritando en el mismo momento. El gol los alegra y los asombra: se están abrazando ¡ni se les había ocurrido abrazarse!
  2. La excepción (E. Galeano)
“Existe un sólo lugar donde el norte y el sur se enfrentan en igualdad de condiciones: es en una cancha de fútbol de Brasil, en la desembocadura del río Amazonas. La línea del Ecuador corta por la mitad el estado Zerâo, en Amapá, de modo que cada equipo juega un tiempo en el sur y otro en el norte” (Eduardo Galeano. Patas arriba).
  1. La otra copa.
    Fair play es el nombre del premio que antes de besar te besa. El premio al juego limpio, surgido hace poco más de una década, es el premio que soñamos todos. Mientras vamos celebrando el bicentenario soñamos un fair play de la vida cotidiana: que vos ni yo seamos corruptos, que no aprovechemos el descuido del otro para engañarlo, que no cambiemos la regla de juego cuando nadie se da cuenta, que no nos complotemos para dejar a algunos sin jugar, que no nos maltratemos los que pisamos un mismo suelo.
  2. La camiseta tironeada
    Mundiales y distracción ciudadana muchas veces han ido de la mano. En varias naciones donde el fanatismo es enceguecedor en gran parte de la población, los poderes legislativos aprovecharon descuido: sancionaron leyes casi sin debate público. Los medios de comunicación y los telespectadores futbolísticos tenían la mirada en “la encantadora”, que corre sobre el césped. No te descuides, no abandones, no te distraigas. ¡Que no te tiren la camiseta que le permite jugar a tu país el partido de la democracia!

domingo, 6 de junio de 2010

Miro tu cara y digo en la ventana...

5 de junio

Tal vez por habernos juntado ayer con Ana, Luis, Mechi y Larry, o por una serie de enojos que vengo viviendo en uno de los trabajos y quisiera contarte como antes lo hacía, querida Juli, será que hoy te extrañé mucho.
Muchas veces pienso si habría extrañado tanto a otra de mis grandes amigas, a otros de mis grandes amigos, si ellos hubieran sido los que emprendieron tu viaje. Supongo que sí. Tantos amores me da Dios en la vida que la ausencia me envuelve en ajenía. El caso es que fuiste vos la del viaje... y ahora, entonces, a quien más extraño.
Te habrás dado cuenta de ello, si atendiste a las canciones de Pablo Milanés que hoy escuché, esas que demuestran el enorme cariño que pueden tenerse las personas y el eterno lagrimear del que extraña.
Te recordé de modo mágico mientras escuchaba Yolanda, ese tema que te hice escuchar en vivo vía teléfono desde Cosquín, apenas arrancadito el año. Pablo canta y parafraseo su canto...
“Si me faltaras yo voy a morirme...
si he de morir quiero que sea contigo...
por eso a veces se que necesito... tu mano... tu mano...
eternamente tu mano...
miro tu cara y digo en la ventana...
eternamente Juliana”

viernes, 4 de junio de 2010

En rebelde fidelidad


4 de junio


En rebelde fidelidad rueda la vida... rebeldía contra sí misma, rebeldía contra esferas de un Evangelio engañado y contra un compromiso nunca asumido. Los vientos latinos hacen entrar en escalofrío a la piel para que sepa y se de cuenta que quien en fidelidad no se rebela se vuelve cómplice. Tal fue la historia de muchos pueblos de muchos pueblos de América Latina, a quienes muchos que se profesaban cristianos les decían que su sufrimiento era “normal” porque Cristo también había sufrido para dar su vida en rescate por muchos. No le decían, en cambio, que las condiciones de abuso y explotación no podían provenir de Cristo y que, por tanto, debían ser cambiadas, por fidelidad a lo que se profesa.
Tal es la historia mía, tal vez, estos dos últimos años en uno de mis trabajos. La mentira y la ausencia de entrega por la causa no pueden provenir de Cristo... y el que no se rebela es cómplice... en rebelde fidelidad hoy volví a hablar... Dios irá diciendo ahora qué pasos seguir...

Los no 200 del bicentenario

29 de mayo

Los no 200 del bicentenario emergen a cada ratito en mi vida. Como con los otros 200 ando ganas de nombrarlos para no reprimir y dejar que aquellos en los que no creo, aquellos que no han querido que el país ame y cante, presionen mi corazón. Me tienta escribirlos y no puedo. Llegan al papel y se borran solos ¿Qué tan profundamente los conocés para juzgaros? ¿quién sos para ello? Y en seguida quieren resurgir como pronunciación, porque la memoria recuerda a los caídos tras sus opciones. Quieren surgir pero no. Sólo a uno me atrevo a pronunciar, sólo a uno, sólo a mi, repleto de incoherencia, que mucho recibí, que poco entregué.